Yacimiento

Tumba 142
El yacimiento del Cigarralejo se asienta en la ladera de una colina situada a 3 km de la ciudad de Mula. Limita al Norte con la margen derecha del río homónimo, al Este con el banco calizo vertical sobre el que, antaño, se colocaron las defensas del poblado, a Oeste limita con el viejo camino comunal de bajada del mismo río Mula y al Sur aparece limitado con un bancal de   siembra.                                                                                                                        La superficie, donde se inscribe el poblado, abarca alrededor de los 3000 m2 . Del poblado, propiamente dicho, solo conocemos sus ubicación y algunos datos estimativos a los que hemos podido llegar gracias a la prospecciones realizadas en la zona. Apenas se ha excavado de manera oficial exceptuando una intervención del año 1946.
D. Emeterio Cuadrado
El Cigarralejo es un conjunto compuesto, además de por una necrópolis y por un poblado, por un santuario hallado en lo alto de una pequeña muela rocosa, situada en una zona cercana. Don Emeterio excavó este santuario durante el periodo de años enmarcado entre 1946 y 1948, gracias a este trabajo pudo determinar que se trataba de un edificio de culto formado por una serie de dependencias rectangulares, dichas dependencias fueron construidas utilizando piedras de la zona y se estructuraron en torno a un pasillo central.
Exvoto con forma de caballo
Uno de los hallazgos de mayor relevancia, dentro de la excavación de esta estructura de culto, es la favissa que se encontró debajo de uno de los muros más antiguos. Se trata de un agujero realizado en el suelo donde los sacerdotes introducían los exvotos consagrados a la divinidad que entregaban los devotos. En esta favissa se han encontrado alrededor de 200  de estos exvotos realizados, la mayor parte en arenisca.
Es necesario señalar que el propio estudio de estos exvotos posee una gran importancia a nivel arqueológico para la compresión y conocimiento de diversos aspectos como pueden ser los estilo de diferentes talleres, las tendencias de diversas épocas o la propia cultura religiosa entre otros. Los templos ibéricos, según la interpretación de los hallazgos arqueológicos, estaban consagrados a una divinidad en particular. En el caso del santuario del Cigarralejo, la presencia de una mayor cantidad de exvotos que representan caballos en comparación con el resto, da lugar a creer que se trata de un santuario consagrado a la advocación de una divinidad femenina relaciona con la fecundidad y protectora de los animales.
El conjunto ibérico del Cigarralejo ha sido declarado Bien de interés cultural, con categoría de zona arqueológica en el Decreto nº 59/2010 de 26 de marzo, del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

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